El Real Madrid murió de pie. La actitud de la mayoría de los jugadores fue intachable, y el equipo fue a por el partido en todo momento. En Balaídos, el conjunto blanco únicamente pudo sacar un empate a 2, resultado insuficiente para acceder a semifinales, pero fue uno de esos partidos que si volviesen a jugar diez veces, en nueve de ellos ganaría el Real Madrid y en uno se daría el resultado de ayer.“Siempre se habla de la suerte y siempre digo que hay que buscarla. En la primera parte hemos generado muchas ocasiones y hemos dominado, otros partidos te hubieses ido con dos goles a favor y hoy nos hemos ido con uno en contra», comentó Sergio Ramos al final del partido.
El Real Madrid dominó claramente la posesión 66,7 %, por tan sólo el 33,3 % del Celta, e hizo el doble de pases que su rival (511 de los blancos por 256 de los gallegos). El conjunto de Zidane llevó las riendas del partido, y también remató muchas más veces (15) que el Celta (11).
Tras el fantástico gol de falta de Cristiano Ronaldo, el Real Madrid fue un auténtico vendaval, y el madridismo vio la remontada al alcance de la mano. Pero los riesgos defensivos que se vio obligado a tomar permitieron al Celta marcar el 2 a 1. Aún así, el Real Madrid no se vino abajo, y Lucas Vázquez empató el partido segundos antes de entrar en el ‘Tiempo Ramos’. En el tiempo añadido, el Celta se dedicó a perder tiempo de forma exagerada, y aunque los blancos acecharon el área rival, no pudieron generar ocasiones claras.
El Real Madrid fue superior en todos los aspectos del juego, pero perdonó y lo acabó pagando. Cristiano Ronaldo por partida doble en el primer tiempo, y Sergio Ramos de cabeza en la segunda parte, tuvieron ocasiones que no suelen fallar y que, de materializarlas, hubiesen dado la vuelta a la eliminatoria. «Hay veces que los goles de cabeza entran, y hoy la he tenido más fácil que nunca y la he echado fuera“, explicó Sergio Ramos, quién añadió: «Es un día jodido, toca estar unidos».
