¿Qué hay de cierto en que existe una película que se hizo para ‘olerse’?:

Pregunta formulada por: Jorge Velázquez Prieto (Cuenca) La vista y el oído son los dos órganos que se necesitan para disfruta de una buena película.

Sin embargo, a lo largo de la historia del cine ha habido algunas personas que han intentado innovar recurriendo a un tercer sentido.

Uno de estos pioneros fue el director Jack Cardiff, quien en 1960 estrenó la película ‘Scent of Mystery, un filme de intriga muy especial.

Su peculiaridad residía en que la clave para averiguar su trama estaba en el olor, ya que supuestamente los espectadores podían aspirar las fragancias de la película e incluso jugar a adivinar el nombre del asesino por la colonia que utilizaba.

Para ello se empleaba el sistema llamado ‘Smell-O-Vision’, en el que una máquina rociaba la sala de proyección con unas sustancias químicas que generaban los aromas que debía transmitir el filme.

Como curiosidad, la cinta transcurría en Málaga, por lo que pretendía también imitar los olores de Andalucía.

Pero, a pesar de la buena idea, la película no triunfó, pues este peculiar invento tenía el problema de que el aparato destinado a desprender los olores no funcionaba todo lo bien que se podría desear.

Así, los espectadores que acudían a verla acababan en una atmósfera donde se mezclaban multitud de aromas de forma indiscriminada y donde era prácticamente imposible diferenciarlos.

Esto provocó que su primera proyección en Chicago fuera también la última en la que se ha empleado esta peculiar técnica en el cine.


(alprazolam)

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