Se trata de una enfermedad crónica que puede afectar a cualquier persona, en apariencia sana, y en cualquier momento de su vida adulta.
La acromegalia está causada por la secreción masiva de la hormona del crecimiento o GH, que hace que los afectados sufran un aumento de tamaño desproporcionado.
Los acromegálicos crecen unos centímetros, sus manos y pies se agrandan, y las facciones de la cara se deforman.
También crecen sus órganos vitales, lo que puede acarrear graves patologías, como la hipertensión y el infarto.
El exceso de GH suele deberse a un tumor en la glándula hipofisaria, que se ataja quirúrgicamente.
Una alternativa a la cirugía es el tratamiento farmacológico con análogos de la somatostatina.