Para un humano normal 24 años no suponen más que una parte de su vida, pero para un gato es mucho tiempo.
Tanto como el equivalente a 114 años humanos, por lo que Poppy se puede considerar un afortunado.
Este animal ha cumplido recientemente esta edad y se ha convertido en el gato más anciano del mundo.
Como es lógico, el minino ya tiene serios achaques que le han dejado ciego y sordo, pero su dominio del resto de sentidos le permite sobrellevar el día a día.
Y es que tiene a su favor los cuidados de su dueña Jacqui West, quien revela el secreto de su salud de hierro: «hacer ejercicio, alimentarse bien y… de vez en cuando comer un kebab«.
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