Toda novia que se precie viste de blanco el día de su enlace matrimonial, pero esta tradición no era así hace doscientos años.
Hoy en día toda novia que se precie viste de blanco el día de su enlace matrimonial, pero esta tradición no era así hace doscientos años.
Hasta el siglo XIX los contrayentes podían vestir sus mejores ropas con motivo de su boda, sin la necesidad de tener que ceñirse al blanco en el caso de las mujeres.
Pero todo cambió en Inglaterra, pues el 1816 la princesa Carlota, prima de la reina Victoria, acudió a sus nupcias con un espectacular traje blanco.
Posteriormente, en 1840, la propia reina Victoria se casó también con Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha ataviada con este color.
En los años siguientes el blanco se fue popularizando en todo el mundo gracias a la expansión de la fotografía y de los medios de comunicación.
El significado moral que tiene el blanco, ya que es un color famoso por representar la pureza, la castidad y la inocencia que por entonces se le presuponía a las novias.
