Siempre que un turista visita una ciudad desconocida debe estar muy atento, pues en algunos lugares hay personas que no dudan en ‘tender trampas’ para que caigan los más incautos. Es lo que le ocurrió a un grupo de siete turistas romanos en una visita a Venecia el pasado mes de agosto. Según contó el diario ‘La Nuova di Venezia’, estas personas se sentaron en una de las mesas del ‘Café Lavena’ de la ciudad veneciana sin fijarse en el cartel con los precios del establecimiento. Pidieron cuatro cafés y tres licores, algo totalmente normal si no fuera por la cuenta que recibieron pocos minutos después: 100,20 euros en total, 58 por lo consumido y 42 euros por el acompañamiento musical del local.
Tras protestar los turistas por estas exageradas tarifas, los responsables del local se justificaron recordando que la lista de precios estaba a la vista de todo el mundo. Además, también les explicaron que el local dejaba bien claro que la consumición incluía un cargo especial por la música. Por lo tanto, estos siete turistas tuvieron que irse con un verdadero ‘sablazo’ en su cartera, aunque al menos su caso sirvió para levantar una fuerte polémica en las redes sociales italianas y para denunciar los comportamientos abusivos de algunos hosteleros.
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