Un reciente estudio elaborado por la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) ha revelado que la obesidad puede no ser únicamente un aspecto marcado por factores como la alimentación o el ejercicio físico.
Al parecer, un aspecto en apariencia tan fútil como el orden de nacimiento también puede marcar la tendencia a engordar a lo largo de la vida.
Tras analizar los historiales de 50 hombres de entre 40 y 50 años aquejados de sobrepeso los investigadores encontraron evidencias de que el orden de nacimiento puede influir en el metabolismo y la composición del cuerpo desde la infancia y la edad adulta temprana.
Sin embargo, estos datos no lograron aclarar si este fenómeno también se presenta en personas de mediana edad.
Según los datos obtenidos, los primogénitos pesaban una media de 6,9 kilogramos más que los segundos hijos y tenían un Índice de Masa Corporal (IMC) de 29,1 frente al 27,5 del grupo de no primogénitos.
Por ello este trabajo puede abrir las puertas a nuevos estudios que analicen si el orden de nacimiento puede considerarse relevante para la salud metabólica y cardiovascular de las personas.
(Diazepam)
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