Hay ocasiones en las que una sorpresa o susto puede hacer que sintamos la sensación de haber sufrido un ‘vuelco’ en el corazón.
Se trata de un fenómeno natural que tiene su explicación, pues en medicina se denomina ‘extrasístole’. La aurículas son unas cámaras que tiene el corazón donde recibe la sangre antes de impulsarla a los ventrículos, pero que por razones externas pueden contraerse a destiempo y provocar que la sangre no llegue a los ventrículos por tener sus accesos cerrados, de forma que es enviada por una onda de presión hacia las venas, generando la famosa sensación de angustia o palpitaciones.
Y es que se podría decir que el corazón tiene un mecanismo regulatorio de compensación que se encarga de mantener su frecuencia de latido. Por lo tanto, si se produce un suceso externo que lo varía, el propio órgano genera una pequeña pausa para ajustar todo y volver a la normalidad.
Así pues, es un suceso totalmente normal que no causa ningún problema en la persona y que no tiene por qué generar preocupación.
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