El Waiau es el único lago existente en Hawái (EE.UU), pero en las últimas semanas está experimentando una situación dramática, pues ha llegado a encoger desde los 100 metros de anchura y 3 metros de profundidad que tenía en 2009 a los 10 metros de ancho y 20 centímetros de profundidad que tiene hoy en día. Algo que preocupa especialmente a los responsables locales, pues durante cientos de año los nativos lo han considerado como un lago mágico con la capacidad para conectar con otros mundos. De hecho existía la costumbre de arrojar a sus aguas el cordón umbilical de los niños recién nacidos para llamar a la suerte.
Por ello científicos de la Universidad de Hawái y de la de Idaho han monitorizado sus cambios recientes mediante técnicas como el escaneo con láseres y la fotogrametría, concluyendo que su volumen actual es inferior al 1% de su valor normal previo a 2010. Según el Hawaiin Volcano Observatory, la culpa de estos cambios está en la actual sequía que sufre la isla desde 2008 y en los cambios que ha sufrido la capa de hielo (permafrost) que puede existir bajo el lago. Esto ha provoado que los investigadores intenten movilizarse para encontrar la solución al problema, pues el Waiau es un lago de gran valor biológico y cultural para los habitantes de la isla.
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