Normalmente nos damos cuenta de que un mosquito nos ha picado minutos o incluso horas después de que lo haya hecho.
Sin embargo, para conseguir extraer la sangre el insecto sigue un espectacular proceso en el que introduce su trompa en el interior del organismo.
Después explora los capilares buscando una buena cantidad de sangre e incluso la divide en pequeñas partes, pues el tubo principal está compuesto por dos filamentos, uno para enviar saliva hacia abajo y otro para succionar la sangre.
Además, los mosquitos realizan varios intentos antes de conseguir su objetivo de lograr una ‘sabrosa’ picadura.
Todos estos datos se han podido conocer gracias al estudio realizado por el equipo de Valerie Choumet del instituto Pasteur de París.
Para saber más sobre estas picaduras, colocaron un microscopio con cámara en la piel del ratón y esperaron para ver lo que sucedía durante este proceso efectuado por el mosquito.
Y el espectacular resultado fue el siguiente. No te lo pierdas.
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