El 31 de diciembre de 1967 se disputó uno de los partidos más recordados de la historia del fútbol americano. Y es que ese año los Green Packers y los Dallas Cowboys se enfrentaron en el estado de Wisconsin con el título de la ‘Superbowl’ en juego. Lo especial de la fecha ya da buena cuenta del tremendo frío que hizo aquél día en el estadio, pues las crónocas de la época hablan de una sensación térmica de hasta -40ºC. Sin embargo, esto no impidió que las gradas del Lambeau Field estuvieran repletas con hasta 50.000 seguidores.
Como es lógico, el campo estaba seco y totalmente helado, lo que dificultó mucho el juego por parte de los dos equipos. Tal era el frío que hasta los silbatos de los árbitros se les quedaba congelados en los labios y les producían heridas, por lo que tuvieron que recurrir a los gritos para hacer cumplir el reglamento. Incluso la banda de música de la Universidad local no pudo tocar por el intensímo frío. El triunfo final fue para los Packers por 33-14, pero para los anales ya había quedado la final más dura de todos los tiempos, razón por la que se la conoce desde entonces como la ‘Ice Bowl’.
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