El 31 de agosto de 1991 Mike Powell y Carl Lewis se encontraban inmersos en una encarnizada lucha para lograr el título mundial de salto de longitud en los Mundiales de Atletismo de Tokio. Tras comenzar Mike con un impresionante salto de 8,83 metros, Lewis le respondió con el récord del mundo de entonces, 8,91 metros (aunque realizado con viento a favor).
El reto era sumamente difícil, pero Powell dio 23 zancadas y se impulsó 6 centímetros antes de la tabla para lograr un salto estratosférico de 8,95 metros. El título mundial era para él y de paso, el récord planetario. Hoy en día, 22 años después de ese hito, ningún ser humano ha conseguido igualarlo o superarlo. Es una de las grandes marcas del atletismo mundial y uno de los grandes retos para los saltadores del s.XXI: superar esos 8,95 que Mike Powell logró en Tokio.
La Copa del Mundo es el trofeo al que aspiran todos los jugadores de fútbol.…
El fútbol es el deporte rey por mucho que pasen los años, un deporte con…
En muchos casos, no se entiende por qué, en lugar de contratar actores, los estudios…
Considerada como la reina del casino, la ruleta es, quizás, el juego de azar más…
Las estatuas e íconos católicos han servido como símbolos de fe y esperanza durante innumerables…
La estrella de David es uno de los símbolos antiguos más conocido a nivel mundial.…