A la estadounidense Kim Goodman es fácil reconocerla por la mirada a raíz de un pequeño accidente que tuvo cuando era joven. La mujer asegura que fue golpeada en la cabeza por un casco de hockey, lo que provocó que sus ojos salieran de su órbita más de lo normal, causando un gran susto entre las personas que estaban con ella. Sin embargo, por fortuna el incidente se quedó en una simple anécdota, aunque ella acabó conservando la capacidad para desplazar sus ojos a placer a través de sus cuencas. Tras años de esfuerzo y ejercicios, Goodman ha logrado sacar sus globos oculares 12 milímetros de sus órbitas, por lo que en 1998 cumplió su objetivo de entrar en el libro Guinness de los Récords como la persona con los ojos más ‘saltones’ del mundo.
(Adderall)
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