Las gafas o anteojos son elementos de protección indispensables para ayudar mantener la salud visual. Algunos funcionan para corregir fallas de la vista, mientras que otros son usados para proteger a los ojos de los dañinos rayos del sol. ¿Pero alguna vez te has preguntado a quien se le ocurrió la idea de crear las gafas?
En este artículo te comentaremos sobre el curioso origen de las gafas, y a quienes se le atribuye la invención de estos accesorios que usamos en la vida diaria.
Las primeras gafas para proteger los ojos de la luz solar fueron fabricados por residentes del Extremo Norte, Asia y América. Estos anteojos eran hechos con huesos de animales o pedazos de corteza de árbol, con ranuras estrechas para los ojos.
Sin embargo, los verdaderos antepasados lejanos de las gafas de sol se vieron por primera vez en China en el siglo XII. Habilidosamente, los jueces usaban placas de cuarzo ahumado para evitar que los testigos vieran la expresión en sus ojos.
Los primeros intentos para mejorar la visión se dieron por medio del uso de cristales individuales pulidos o piezas de vidrio para un ojo. Sin embargo, éstos eran solo métodos primitivos.
La invención de las gafas de lectura no se le atribuye a un único creador, pues existen registros que prueban que pudieron ser inventadas mucho antes de lo que se había pensado.
Aparentemente, las gafas se inventaron en Italia en el siglo XIII. El año estimado de invención es 1284, y se considera a Salvino D’Armate el creador de las primeras gafas; aunque no hay certeza de ello, ya que la primera constancia documentada de la existencia de gafas data de 1289.
Específicamente el 23 de febrero de 1305 en Florencia, el hermano dominico Giordano da Rivalto menciona en un sermón:
“Han pasado menos de 20 años desde que se descubrió el arte de hacer anteojos destinados a mejorar la vista.”
El primer intento de determinar la autoría de la invención de las gafas lo hizo el florentino Carlo Roberto Dati (1619-1676) con la ayuda de Francesco Redi en la obra: «Las gafas, ¿son una invención de la antigüedad o no?», atribuyendo la invención a Alessandro Spina, monje y científico de Pisa.
Sin embargo, luego se asumió que las gafas sí fueron inventadas previamente por un maestro desconocido, dado que se dice que Spina solo recreó el método de fabricación de gafas.
Por lo tanto, el origen de las gafas sigue siendo un misterio. Aunque hay que agradecer a todos los involucrados que ayudaron a forjar las bases para la creación de estos pequeños objetos que han sido de gran utilidad para los humanos a lo largo de la historia.
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