Las frutas son un alimento fundamental para nuestra salud, pero muchas de ellas también incluyen un componente cuya ingestión sería realmente perjudicial.
Se trata de la parte carnosa de sus semillas, pues éstas contienen una sustancia precursora del cianuro (amigdalina) en pequeñas dosis.
Es de sobra conocido que el cianuro es un potente veneno que tiene la capacidad de impedir que las células utilicen el oxígeno para desarrollar su metabolismo, por lo que su consumo puede llegar a causar la muerte.
Así, se calcula que una persona adulta tendría que ingerir cerca de 50 semillas de manzana o pera para fallecer, así como la parte carnosa de 30 huesos de melocotón, albaricoque o ciruela.
Tras ser consumidas y metabolizadas por el cuerpo pueden originar diversos síntomas de la intoxicación, que van desde dolor de cabeza con mareos y vómitos, hasta el coma y la mencionada muerte.
Por ello se recomienda no comer las manzanas enteras ni moler ni triturar estas semillas para ingerirlas.
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