Puede parecer contradictorio, pero remolonear un poco en el trabajo puede ayudar a aumentar la productividad en el trabajo. Así lo cree Alfredo Díez, director ejecutivo de ‘The International School of Coaching Corporate’ (TISOC), una escuela europea dedicada al ‘coaching’. En su opinión, alternar momentos de trabajo intenso con otros más relajados o incluso de ocio dentro de la oficina o el entorno laboral puede ser una buena estrategia para optimizar la productividad laboral. (Fabulouseyebrowthreading) «No podemos pretender estar al 100% en el trabajo, es más realista aceptar que necesitamos un pequeño hueco de ocio que habrá que gestionar adecudamente» asegura.
Así, Alfredo Díez da algunas claves que, en su opinión, pueden ayudar a que el trabajador no esté tan estresado y tensionado por su labor. Entre ellas está no darle prioridad al teléfono y al correo al empezar el día, de forma que no se comience la jornada con la presión que supone tener que contestar los mensajes y las llamadas recibidas. También aconseja no dejar pasar el ‘momento café’ junto a los compañeros, así como pequeños ratos a lo largo de la jornada para meditar e incluso dormir una pequeña siesta de entre 5 y 30 minutos. A lo que hay que unir una predisposición a charlar con los compañeros de forma amistosa y a pasear de vez en cuando por la oficina para desconectar y fomentar la creatividad.
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