Actualmente no existe confirmación histórica de que alguna vez una mujer llegara a ser Papa.
Según la leyenda, una mujer bajo el nombre de Johannes Anglicus (Papisa Juana) lideró la Iglesia entre los años 855 y 857 d.C. Durante este tiempo habría mantenido engañado a todo el mundo, pero durante una procesión se habría puesto de parto, por lo que su secreto habría salido a la luz. Como consecuencia de ello, habría sido condenada a morir. Aunque las versiones al respecto varían, pues se habla de lapidación y de una muerte tras ser atada a los pies de un caballo.
Durante los s.XIV y s.XV se creía que esta historia era totalmente verídica, pero posteriores estudios demostraron que no había evidencias históricas para afirmar que esta mujer había existido en realidad. De hecho, se cree que esta historia surgió para intentar desprestigiar al Papa Juan VIII, al que se tildaba de poco varonil. E incluso la existencia de la leyenda provocó la creación del llamado ‘sedia stercoraria’, un asiento con un orificio en la parte inferior que se utilizaba para confirmar mediante un palpado testicular que el Papa poseía todos los atributos masculinos.
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