A algunas personas les gusta dormir con calor, y otros por el contrario siempre abren la ventana por la noche o encienden el aire acondicionado, incluso en invierno. Pero además de las preferencias personales, existen algunas recomendaciones de expertos que se deben tomar en consideración para saber cuál es la temperatura ideal para dormir.
Lo ideal es que la temperatura de la habitación esté entre +16 y +19 °C. Esto se debe básicamente al cambio en la temperatura corporal durante el sueño. Mientras estamos despiertos, el cuerpo alcanza en promedio unos 36,6 grados; pero durante el sueño baja algunos grados. (https://idigtexas.com)
En todo caso se recomienda que las piernas deben estar más cálidas que la cabeza. Ya que mientras mayor sea la diferencia entre la temperatura de la cabeza y las piernas, más fuerte será el sueño.
No existe ningún criterio que te indique que sea mejor tomar alguna de las dos opciones, a menos que las temperaturas estén en grados máximos (bien sea muy frío o muy caluroso). Por lo tanto, puedes dormir cómo te sientas más cómodo.
Por ejemplo, algunas personas no pueden dormir sin una manta y justo por ello abren la ventana o encienden el aire acondicionado. Mientras que otros prefieren, cerrar todo y utilizar una sábana ligera.
Es importante entender que no es necesario ‘congelarnos’ en las noches frías, pero es indispensable que la cabeza mantenga una temperatura menor que el resto del cuerpo, para que puedas conciliar el sueño con más facilidad.
Además, no debes apresurarte a reducir inmediatamente la temperatura en el dormitorio a +16 °C. Debes intentar llegar a esa temperatura gradualmente para que el cuerpo se adapte poco a poco a permanecer en sitios fríos.
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