El 31 de octubre de 1900 se matriculó por primera vez un coche en España. Sucedió en Palma de Mallorca y el modelo del vehículo era un Clément, con matrícula PM-1, propiedad de José Sureda y Fuentes, maquinista retirado de la Armada. Este coche, que había sido fabricado en Francia, sólo tenías dos caballos y medio de potencia y pesaba 100 kilos. Con su matriculación España se convertía en el primer país del mundo en asignar un código identificativo a los vehículos.