El embarazo es una condición que implica la necesidad extremar los cuidados y la atención a la hora de realizar actividades cotidianas.
Así, hasta un gesto tan habitual y en apariencia inocente como la aplicación de un desodorante puede conllevar ciertos riesgos en época de gestación.
Esto es lo que afirma un estudio recientemente difundido por la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan (EE.UU), según el cual los llamados ftalatos presentes en los desodorantes pueden propiciar que el parto se adelante y el bebé nazca de forma prematura.
Los ftalatos son unos compuestos químicos que acostumbran a estar presentes en pinturas, plásticos o cosméticos, así como en los citados desodorantes.
Tras analizar a 352 mujeres en estado de gestación, el trabajo desveló una evidente relación entre la exposición a estas sustancias y los partos prematuros, así como con mayores niveles hormonales de las embarazadas que pueden derivar en desajustes del funcionamiento del tiroides vinculados al cáncer de mama y la endometriosis.
Por ello el estudio desaconseja el uso de estos productos durante el embarazo, al menos hasta que no se estudien más en profundidad los peligros de los ftalatos para las embarazadas.
