Se suele decir que el desayuno es una de las comidas más importantes del día y un reciente estudo realizado en los EE.UU se ha encargado de corroborarlo.
El mismo ha sido realizado sobre una muestra de 27.000 personas a lo largo de 16 años, llegándose a la conclusión de que las personas que no desayunan tienen un 30% más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio a lo largo de su vida.
Así, al parecer los «adolescentes que se saltan el desayuno tendrán peor perfil cardiovascular, más colesterol malo y más grasa abdominal» en palabras de Julián Villacastín, director del Instituto Cardiovascular del Hospitan Clínico San Carlos de Madrid.
De todas formas, según los propios investigadores «falta una evidencia científica sobre los efectos del ayuno en los adultos».
Por ello este estudio intentó centrarse en personas con una edad entre los 45 y los 82 años, descubriendo al final del mismo que las personas que no desayunaban contaban con un 27% más de riesgo de padecer un ataque al corazón que los que sí lo hacían.
Así, la conclusión es que no es lo mismo saltarse el desayuno que cualquier otra comida del día, ya que a primera hora de la mañana se activa el metabolismo y «ante la falta de nutrientes el organismo debe conseguir energía a partir de otros mecanismos que son más perjudiciales para el corazón».
