Sí. Uno de los métodos más empleados en todo el mundo es el llamado ‘Índice de Masa Corporal’ (IMC) o Índice de Ketelet.
Se trata de una medida que asocia el peso y la talla, de forma que tras calcularla se puede comparar con unos parámetros generales para saber si una persona se encuentra en su peso ideal o, por contra, tiene probles de sobrepeso o de delgadez.
Para llegar a este índice no hay más que dividir la masa (en kilogramos) de la persona entre el resultado de de multiplicar la estatura (en metros) por sí misma. O lo que es lo mismo:
El resultado obtenido se mide en Kg/m2 y no es constante, pues puede variar con la edad y el sexo; así como depende de otros factores como pueden ser los tejidos musculares y adiposo.
De todas formas, en lo que respecta al tramo de edad entre los 25 y los 34 años se puede decir que los resultados comprendidos entre los 18 y los 25 puntos son saludables, mientras que los superiores a los 25 implican sobrepeso, los que pasan de 30 señalan obesidad leve y los mayores de 40 marcan obesidad mórbida.
En cambio, si el IMC es inferior a 18,5 puede ser síntoma de delgadez e incluso malnutrición. Además, a partir de los 35 años hay que sumar un punto por cada década que se cumpla, de forma que una persona entre 45 y 55 años estará en valores adecuados si tiene un IMC de 27.
