El problema de salud denominado ‘bocio’ no es más que el aumento de tamaño de la glándula del tiroides.
Destaca visualmente por provocar un llamativo abultamiento en la parte anterior e inferior del cuello, juesto debajo de la laringe.
Existen cuatro estados del tiroides que están afectados por el bocio: cuando solamente es detectable por palpación, cuando también es visible con el cuello hiperextendido, cuando es visible con el cuello en posición normal y cuando es visiable a distancia.
Suele estar causado por razones inicialmente idiopáticas, ya que acostumbra a aparecer de forma sorpresiva y sin motivo aparente.
En ciertos casos la glándula tiroidea aumenta su tamaño por ser incapaz de producir la suficiente hormona tiroidea, por lo que crece para cubrir esta necesidad.
La deficiencia de yodo también puede provocarlo, en cuyo caso recibe el nombre de bocio endémico; sin olvidar tampoco otros causantes como los factores hereditarios u otras enfermedades como la tiroiditis o incluso el cáncer.
Normalmente el empleo de sal yodada en la cocina puede ayudar a prevenirlo, mientras que en los casos en los que ya ha hecho acto de presencia los tratamientos basados en el yodo, en los suplementos de hormona tiroidea o incluso la cirugía pueden ser la solución elegida en función de la sintomatología que presenta cada paciente.
