¿Qué relación hay entre la paridad doméstica y la salud sexual de la pareja?

La salud sexual de una pareja puede depender de muchos factores, incluso de cómo reparten las tareas domésticas en su día a día. Y es que, aunque parezca increíble, diferentes estudios científicos aseguran que, cuanto mayor es la distribución del reparto del trabajo en el hogar, menor es la frecuencia de las relaciones sexuales de la pareja y menor es la libido de la mujer. Uno de los más claros ejemplos se da cuando el varón se involucra en el cuidado de su bebé, ya que su organismo pasa a preducir menos testosterona y más prolactina. La primera es la principal hormona masculina, mientras que la segunda es una hormona relacionada con la producción de leche en la mujer, lo que se traduce en menor deseo sexual y menor frecuencia de la relaciones.

Además, según el estudio ‘Igualitarismo, tareas domésticas y frecuencia sexual en el matrimonio’ publicado en la revista ‘American Sociological Review’, compartir los roles domésticos favorece una relación más fraternal de la pareja, por lo que el deseo sexual disminuye. Así, cuando los hombres hacen labores como fregar, planchar o hacer la colada tienen un 1,5% menos de encuentros sexuales que cuando se limitan a otras faenas como arreglar el coche o hacer alguna obra en casa. Aunque, eso sí, el trabajo matiza que esto no entra en contradicción con la satisfacción de la mujer con su relación y su pareja, pues al parecer ellas se sienten más atraídas por sus novios o esposos cuando, por ejemplo, usan un destornillador que cuando utilizan una fregona.



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