Se trata de una afirmación algo exagerada, aunque es cierto que no es bueno dar azúcar a los perros.
Y es que la glucosa es una molécula que no suele sentar bien a estos animales, pues tienen el organismo mucho más sensible que el de los humanos y con una pequeña cantidad de azúcar pueden sufrir secuelas a nivel pancreático.
Entre ellas está la de la diabetes canina, la cual a su vez puede ser el origen de problemas en el órgano de la vista de estos animales como las cataratas o el glaucoma.
De ahí que no se aconseje dar azúcar en grandes cantidades a los canes, pues existe el riesgo de que a la larga padezcan diversas enfermedades, algunas relacionadas con la vista.
Por ello lo recomendable es siempre darles alimentos preparados expresamente para ellos y no comida destinada al consumo humano.
