¿Quiénes fueron los emperadores monstruos?

El primer emperador Romano fue Tiberio Julio César Augusto (42 a.C. – 37 d.C.).

Durante su gobierno se dedicó a la consecución de todo aquello que excitara y aumentara sus placeres, sobre todo los relacionados con el sexo, sin diferenciar el género de estos.

Calígula (12 d.C. – 41 d.C.) fue el segundo Emperador monstruo y desde muy pronto haría prácticas de sadismo, en especial sobre las mujeres que tenía más próximas, con las que se ensañaba sin piedad, según contaba el propio Séneca.

Estableció además una política de terror sobre todos los Reinos que controlaba.

El tercer emperador monstruo es Nerón (37 d.C. – 68 d.C.), quien tiene el dudoso honor de ser considerado por muchos el emperador romano más sangriento y despiadado de toda la historia.

La muerte de su madre cambiará completamente el carácter de Nerón, que ordenará la ejecución de sus dos maestros, Burro y Séneca, al tiempo que instauró una época de delirios y locuras asesinas.

Cómodo fue el último emperador monstruo (161 – 192) de Roma.

Muy pronto delegó las funciones de gobierno y se dedicó a explayar sus excentricidades, entre las que destacaba la de sorprender a sus invitados con la mezcla de sabrosísimos manjares, excrementos y hasta sangre menstrual, que los asistentes debían ingerir sin exteriorizar demasiado el asco correspondiente.

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