El rumano Nicolae Ceaucescu. El 22 de dicembre de 1989 el último dictador comunista se vio obligado a huir después de organizar una manifestación de adhesión a su régimen que acabó convirtiéndose en una demostración de descontento de su pueblo.
Y es que solo unos días antes la Policía de Seguridad del Estado había abierto fuego contra unos manifestantes que protestaban en Timisoara por la detención del pastor calvinista Lazlo Tökes, quien se había mostrado muy crítico con el dictador.
La escalada de tensión se trasladó a la capital Bucarest, donde Ceucescu intentó reconducir la situación pronunciando un discurso.
Sin embargo, el acto degeneró en violencia y el político subió a bordo de un helicóptero mientras el edificio del Comité Central era asaltado por la muchedumbre.
Pero el vehículo que le llevaba a él y su mujer no llegó muy lejos, ya que ese mismo día los dos quedaron detenidos en Tirgoviste.
Ambos fueron condenados en un juicio rápido e ilegal de dos horas que organizó un tribunal del nuevo gobierno.
Así, Ceaucescu y su esposa fueron fusilados el día de Navidad de 1989 y Rumanía entró un proceso reformista que acabó con la convocatoria de elecciones libres para la primavera del año siguiente.
