Pregunta formulada por: Elena Miranda Pérez (Castellón) En estas fechas es habitual ver cómo miles de niños y niñas celebran el sacramento de la Primera Comunión.
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En el caso de los varones es tradición que vistan de marineros, aunque lo cierto es que este vestuario no responde a nngún motivo religioso. «La Iglesia nunca ha dicho nada sobre esto. No hay ninguna indicación en lo concerniente al vestuario» destaca para ‘ABC’ Juan Luis Martín Barrios, director del secretariado de Catequesis de la Conferencia Episcopal Española. Así, agrega que «no tiene nada que ver con la barca de Pedro… Son modas, costumbres sociales que se copian. Cada uno puede darle el sentido que vea».
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Los inicios de la costumbre datan de los años 50, época en la que la recomendación de la Iglesia era que los trajes fueran sencillos y, a ser posible, blancos.
Y es que este color está relacionado con la limpieza y la pureza, así como con el sacramento del Bautismo.
Con anterioridad, en la década de los 20, los trajes ya se hacían específicamente para la Primera Comunión, de la mano de Galerías Preciados y los almacenes Sepu.
Así, tres décadas después los trajes de marinero se extendieron por ser en su mayoría blancos y accesibles a casi todo el mundo, con unos costes de entre 350 y 550 pesetas en el año 1954.
Es una tradición que hoy en día se mantiene, aunque Martín Barrios tiene claro qué es lo primordial: «que el niño venga vestido de calle, limpio y guapo para darle dignidad al sacramento. Y que ese pantalón y ese vestido les sirva luego…».
