El del velcro es uno de esos inventos que, a pesar de su enorme simplicidad, nos hacen la vida mucho más fácil.
Pero detrás de su sencillo mecanismo se esconde una historia realmente sorprendente.
Su inventor fue el ingeniero suizo George De Mestral (1907-1990), quien a principios de la década de los cuarenta acostumbraba a dar largos paseos con su perro por el bosque.
Un día se dio cuenta de que un buen número de cardos silvestres se enganchaban en el pelo del animal, por lo que los recogió y los puso debajo de un microscopio.
Los aumentos revelaron que las hojas contaban con múltiples ganchos naturales, por lo que se propuso llevar la misma idea al ámbito textil.
Por ello se puso manos a la obra y tras varios años de arduo trabajo logró patentar en 1952 el primer modelo de velcro de la historia.
Por entonces todavía no lo sabía, pero había dado origen a uno de los objetos más utlizados en la actualidad, tanto en ropa como en juguetes, o incluso medicina y aeronáutica.