Pregunta formulada por: Lara Feijoo Molina (Ourense) Cada 25 de diciembre millones de niños de todo el mundo se despiertan con la ilusión de descubrir qué regalos de Navidad tienen debajo del árbol.
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Se trata de una tradición protagonizada por un hombre grande, de barba blanca y traje rojo que recibe nombres como Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, Kolya, Sinterklass ó Baboo Natale.
El origen de su historia data de finales del s.III, cuando Nicolás de Bari nació en Myra, una Ciudad del Distrito de Licia, situada en la actual Turquía.
Se trataba de un hombre de familia acomodada que, tras una epidemia de peste, decidió regalar todos sus bienes a los más desfavorecidos y se ordenó sacerdote.
De su vida existen numerosas historias, muchas de ellas relacionadas con supuestos milagros y con su legendaria generosidad.
Por ello es uno de los Santos patrones de Grecia, Turquía, Rusia y la región francesa de Lorena.
Una vez muerto sus reliquias acabaron en Bari, ciudad italiana donde obraron más milagros, por lo que también se le conoce como San Nicolás de Bari.
Posteriormente, en el s.XII su imagen fue extendiéndose por toda Europa y se mezcló con las tradiciones existentes en determinadas zonas (como la ‘Befana‘ italiana o el ‘Tió de Nadal‘ en Cataluña y Aragón) que consistían en hacer regalos a los niños por el Día de Navidad.
No fue hasta la llegada de los holandeses a EE.UU a principios del S.XVII, cuando el actual Papá Noel fue cogiendo forma.
Estos europeos llevaron a América su costumbre del ‘Sinterklass‘, derivada de la historia de San Nicolás de Bari; y en 1809 el escritor Washington Irving deformó esta tradición en la obra ‘Historia de Nueva York’ y convirtió al personaje en ‘Santa Claus‘.
Más tarde, en 1823 el poeta Clement Clarke volvió a mencionar a este personaje en una de sus obras, aunque lo hizo como un duende enano y delgado.
Y es que la figura de ‘Santa’ no se volvió oronda y bonachona hasta que en 1863 el dibujante alemán Thomas Nast lo diseñó así para sus tiras navideñas de la revista ‘Harper’s Weekly‘.
De esta forma, el personaje regresó a Europa ya perfectamente estructurado, y a lo largo del s.XX se fue dando forma a su historia y se introdujeron elementos como el Polo Norte, los renos y la inmortalidad.
