Una larga y exitosa carrera deportiva en ocasiones puede convertirse en un factor de riesgo para la estabilidad psicológica. Y es que en no pocas ocasiones los deportistas sufren un período de vacío y soledad tras la retirada, ya que no son capaces de enfocar su vida hacia nuevas metas alejadas de la alta competición. (Modafinil) Es lo que le ha sucedido al ex nadador australian Ian Thorpe, quien no ha sabido llevar bien su alejamiento de las piscinas tras haber ganado un total de cinco medallas olímpicas de oro, cuatro en Sidney 2000 y otra más en Atenas 2004.
Tras ello se retiró de la competición en 2006 por «falta de motivación», pero en 2011 volvió a trabajar duro para intentar plantarle cara al ‘rey’ del momento, Michael Phelps. Sin embargo, sus resultados no fueron los mejores y no logró clasificarse para Londres 2012, lo que ahora le ha causado una severa depresión y le ha llevado a caer en una adicción el alcohol. Así, en los últimos días el deportista ha sido ingresado en una clínica de Sidney para intentar superar estos problemas. Y es que, según informa su entorno más cercano, Thorpe tiene una «cierta debilidad para encarar sus problemas personales».
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