Isco Alarcón ha visto en las últimas semanas cómo su gran comienzo de temporada con el Real Madrid se empañaba por un asunto personal. Y es que el joven talento del conjunto blanco fue condenado a finales del pasado mes de septiembre por un juzgado de Valencia a pagar 3,1 millones de euros a la empresa Eleven Sport, antes llamada IMG. En ella trabajan los ex agentes del mediapunta, quienes interpusieron una denuncia por considerar que el malagueño había roto unilateralmente el contrato que tenía con ellos hasta el año 2016.
De hecho, el grupo IMG fue el que cerró el fichaje del jugador por el Málaga procedente del Valencia hace dos veranos, por lo que ahora le reclama una parte de los 6 millones de euros en los que se acordó la operación más la comisión correspondiente. Además, según la sentencia judicial, el futbolista también tendrá que abonar cantidades pertenecientes a su contrato con la firma deportiva ‘Nike’, así como a su reciente fichaje por el Real Madrid, ya que considera que la empresa ha sido perjudicada por esta ruptura unilateral. De todas formas, Isco ya ha dejado claro que tiene previsto recurrir la sentencia a través de sus abogados, por lo que este caso promete escribir más capítulos en el futuro.
