¿Cuáles han sido las mejores celebraciones del Real Madrid en el Camp Nou?

Son celebraciones que llenan de orgullo a todos los madridistas. Celebraciones que llegan tras asaltar el feudo azulgrana. Momentos de éxtasis que representan a la perfección la superioridad del Real Madrid sobre el FC Barcelona.

Son gestas para el recuerdo con protagonistas que ya son leyenda blanca. La voz alta y clara del Madrid en el silencio más absoluto del Camp Nou.

Raúl González

El día que el eterno capitán del Real Madrid mandó callar al Camp Nou. Corría la temporada 1999-2000, y apareció Raúl. El crack madridista adelantó a los blancos, pero el Barça remontó el partido. 2 a 1. Hasta que Raúl tomó de nuevo la palabra e hizo callar a todo el Camp Nou con su segundo gol de la noche, que ponía el empate definitivo, y un gesto que forma parte de la historia de los Clásicos.

Cristiano Ronaldo

CR7 pidiendo calma al Camp Nou es una imagen icónica para el madridismo. ElBalón de Oro ha demostrado ser el jugador más desequilibrante durante los últimos clásicos. Sus goles al Barça en territorio enemigo son ya una rutina.

La forma de celebrar estos goles en el feudo azulgrana desata la euforia entre los madridistas. Cristiano Ronaldosuele hacer su gesto de: “tranquilos culés, que aquí estoy yo”.

CR7 inició está tradición en 2012, cuando el luso anotó el 1 a 2 definitivo que sentenciaba la Liga a favor del Madrid de los 100 puntos y de un Guardiola en caída libre. Calma culés, el Rey de Europa ha vuelto.

El Real Madrid de la Undécima

Fue hace hace poco más de un año, cuando la temporada 2015-2016 llegaba a su fin. El Madrid se impuso al Barcelona en el Camp Nou por 1 a 2, y los diarios deportivos catalanes decían cosas como: “Los jugadores del Real Madridcelebraron su triunfo en el clásico en el Camp Nou como si se tratara de un título. A muchos nos recordó aquellos años en los que el FC Barcelona ya se daba por satisfecho con sus triunfos en los clásicos ante el Real Madrid, pese a no ganar ningún título esa temporada”. (Modafinil) Pobre gente, como les debió doler ver desde el sofá al Real Madrid levantar la Undécima unos días más tarde.

Las palabras se las lleva el viento. Los gestos y títulos madridistas perduran en la memoria.

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