Los satélites artificiales pueden orbitar hasta en tres posiciones distintas, dependiendo de cuál sea su función.
Hay tres órbitas diferentes a las que se adhieren los satélites. Cada una de ellas tiene una altura diferente.
La primera se llama Orbita Terrestre Baja (LEO) y está entre 200 y 2.000 km de altitud
La utilizan principalmente los satélites de observación.
La segunda se llama Órbita Terrestre Media (MEO) y está entre los 2.000 y los 35.786 km de altitud
Esta órbita es utilizada mayoritariamente por los sistemas GPS.
La tercera se llama Órbita Terrestre Alta (HEO) y está a más de 36.000 km de altitud
Usada principalmente por los satélites meteorológicos.