Sí. La circuncisión es la intervención quirúgica consistente en retirar la piel que recubre el glande del pene, la cual se conoce como prepucio.
Esta técnica se ha realizado durante milenios con fines culturales y religiosos, ya que por ejemplo es una tradición entre todos los varones que nacen en la religión Judía.
Sin embargo, también hay razones médicas para practicarla, ya que diferentes investigaciones aseguran que esta operación reduce el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual como el VIH..
Además, también reduce la probabilidades sufrir infecciones urinarias e incluso cáncer de pene.
Y es que, según los datos recopilados al respecto, las posibilidades de infectarse de VIH tras una relación sexual con una mujer con el virus son hasta un 60% menores si el hombre está circuncidado.
Al parecer, esto se debe a que las células del glande que están bajo el prepucio presentan ciertas condiciones microambientales que facilitan el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejó en 2007 la circuncisión voluntaria de los hombres que se encuentran en regiones donde el riesgo de contagio de estas enfermedades es mayor.
