¿Puede un café demasiado caliente ser motivo de demanda?

Sí. De hecho la historia tiene su propio documental, titulado ‘Hot Coffe’.

Todo comenzó en febrero de 1992, cuando Stella Liebeck, una mujer estadounidense de 79 años, compró un café en un ‘AutoMac’ de la cadena de comida rápida ‘McDonald’s’.

La anciana viajaba como copiloto en el coche de su nieto, por lo que en un momento dado colocó el vaso sobre sus rodillas para intentar quitarle la tapa.

Sin embargo, lo hizo con tan mala suerte que derramó el café sobre sus pantalones de algodón, los cuales absorbieron el líquido y lo propagaron por sus piernas.

El mismo estaba tan caliente que Liebeck sufrió quemaduras de tercer grado en muslos, nalgas e ingles, por lo que tuvo que estuvo ocho días ingresada, tuvo que someterse a un injerto de piel y perdió 9 kilos de peso.

En un principio su deseo fue llegar a un acuerdo amistoso con la empresa a cambio de unos 20.000 dólares, pero ‘McDonald’s’ únicamente le ofreció 800.

Ante ello decidió demandar a la cadena y su abogado argumentó que los cafés que servía estaban a unos 90ºC.

Esto provocó que la marca recibiera cerca de 700 quejas similares, por lo que tuvieron que desembolsar medio millón de dólares en gastos compensatorios.

En el caso de Stella un jurado popular dictaminó que la empresa era responsable del 80% del accidente, por lo que fue condinada a pagarla más de 600.000 dólares, 30 veces la cifra que pedía en un principio.

Por ello se puede decir que el de este caso fue el café más ‘caro’ de toda la historia…

Stella Liebeck

Síguenos en las redes

Te puede gustar...

Suscríbete a nuestra newsletter