Quizás haya sido una de las personas con más suerte de toda la historia, pero el japonés Tsutomu Yamaguchi murió en 2010 de anciano a pesar de haber estado presente en las dos bombas atómicas lanzadas por los EE.UU en Japón en el verano de 1945. (Provigil)
El 6 de agosto de ese año bajaba de un tren en Hiroshima cuando se vio sorprendido por la virulenta onda expansiva que provocó la explosión nuclear.
Se encontraba solo a 3 kilómetros de distancia del punto donde había caído la bomba, pero logró sobrevivir a pesar de tener quemaduras graves y los tímpanos rotos.
Tras lo ocurrido consiguió refugiarse para pasar la noche y al día siguiente viajó a Nagasaki, donde fue tratado por los médicos.
El 9 de agosto pudo acudir a su puesto de trabajo en la ciudad a pesar de estar en un deplorable estado, pero a las 11 de la mañana volvió a encontrarse con una nueva bomba atómica.
En esta ocasión también estaba a 3 kilómetros del punto de la explosión, aunque pudo salir totalmente ileso.
En los días siguientes sufrió altas fiebres por sus heridas, pero consiguió sobrevivir para contar su desgarradora historia.
Su caso es el único admitido oficialmente por Japón en el que una persona logró sobrevivir a las dos explosiones nucleares, por lo que en los años siguientes escribió una autobiografía donde contó su experiencia vital.
