Ante esta pregunta lo más fácil sería pensar en una cámara moderna con un montón de posibilidades y quizás adornos en joyas y piedras preciosas.
Pero nada más lejos de la realidad, pues la cámara de fotos más cara del mundo data de 1923.
En concreto es una Leica Serie 0 que en mayo de 2012 fue subastada por la fundación ‘WestLich Photographica’ de Viena por la increíble cifra de 1,8 millones de euros.
Un precio que se disparó aún más por los gastos administrativos, por lo que su valor final se quedó en 2,16 millones de euros.
Como podía esperarse en este caso, 90 años después de su fabricación todavía funciona a la perfección, por lo que ahora seguramente ya esté haciendo las delicias de su anónimo comprador.
No en vano, solo perduran 12 de los 25 modelos creados en su momento por Oskar Barnack, el diseñador de estas míticas ‘Leikas’.
Por eso no sorprende que unos meses antes otro de estos modelos de Laica fuera vendido también en subasta por una cifra realmente elevada: 1.320.000 de euros.
